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Teoría del cuerpo enamorado

Teoría del cuerpo enamorado 

Autor: Michel Onfray

Sobre el autor: Escritor y filósofo Hedonista francés, nacido en 1959. Es un autor influenciado por pensadores como Nietzsche, Epicureo, la escuela de pensamiento de los cínicos, y el materialismo francés.

En la estela trágica de Bataille, siguiendo los estudios históricos de Foucault, Onfray penetra en la piel de la sexualidad humana: filosofía, ética y política quedan entremezcladas en esta obra materialista y libertina, que contrapone la tradición de pensadores y poetas como Diógenes, Horacio y Demócrito a autores cristianos como San Pablo o San Agustín.

Teoría del cuerpo enamorado, escrita por Michel Onfray y traducido por Ximo Brotons, publicado en 2002, recopila una serie de argumentos en los que propone una manera distinta de encarar el tan famoso y vivido enamoramiento, cuya producción resulta casi siempre, un modelo familiar, una descomposición de los cuerpos.

¿Es posible aplicar la Teoría del Cuerpo Enamorado y el modelo ético-político propuesto?

¿Cómo se las llama en la actualidad a estas prácticas?

El cuerpo no es una cárcel sino un límite de carne y sangre abierto a la experiencia soberana de la libertad en la que el temblor angustioso de lo íntimo se une a la fuerza desbordante de la materia.


La obra se estructura en tres partes principales:

1. Genealogía del deseo, que incluye dos capítulos.  De la falta: epifanía de la platija filosófica vs. Del exceso: travesuras del pez masturbador;

2. Lógica del placer, en segundo lugar, que también incluye dos capitulos titulados Del ahorro: emblemática del elefante monógamo vs. Del gasto: bromas del cerdo epicureo; y

3. Teoría de las disposiciones en tercer lugar, que incluye los capítulos Del instinto: virtudes de la abeja gregaria vs. Del contrato: celebración del erizo soltero.

De Bataille he aprendido la experiencia del exceso y del gasto que nos saca del mundo instrumental y nos arroja desnudos y a la interpreria, al ámbito sagrado de la intimidad.

Esta obra me recordó a las de otrxs pensadorxs/escritorxs (de lxs que he leído) como

—> Leonor Silvestri en Ética amatoria de las afectaciones libres y alegres y luego en su crítica del título mencionado Ética Mutante del deseo disca y las afectaciones de la interdependencia funcional

—> Michel Foucault en Historia de la Sexualidad

—> Tamara Ténenbaum en El fin del amor: querer y coger sin culpa

Y nos presenta el enamoramiento y una ética a través del uso de herramientas de un “momento pre-cristiano de nuestra civilización para hallar ahí modos de vida y reflexiones no contaminados por el odio hacia el cuerpo expresado en el ideal ascético”.

A través de los 3 capítulos, Onfray se plantea, para empezar, dos grandes tareas: por un lado,

Realizar una deconstrucción del ideal ascético;

La crueldad, querida o no, mana permanentemente de una pulsión de muerte disfrazada bajo múltiples formas y siempre dispuesta a ensuciar todo lo que toca.

Por el otro, formular un materialismo hedonista:

Esta Teoría del cuerpo enamorado vle como declaración de guerra hecha a todas las formas tomadas por la pulsión de muerte en las relaciones sexuadas.

Entiende por pulsión de muerte a “las escenas, la histeria, los gritos, las amenazas, las exigencias, la violencia, el odio, el resentimiento, los celos, la rabia, la locura, el furor”, entre otras construcciones históricas.

Para la deconstrucción del ideal ascético, Onfray nos propone abordar algunos tópicos clave de esta lógica:

  1. la relación falta/deseo y la felicidad como realización en el otro;
  2. la pareja como fusión;
  3. el dualismo alma-cuerpo;
  4. la confusión amor/sexualidad/procreación / monogamia/fidelidad/cohabitación;
  5. el descrédito de lo femenino en tanto fuente del pecado y de la culpa;
  6. la relación entre monoteísmo, misoginia y falocentrismo; el autodesprecio (continencia, virginidad, renuncia, matrimonio); finalmente, la familia.
Bajo el signo bestiario filosófico elaborado tanto por Arquíloco como por Aristóteles, Eliano, Plinio, Esopo y Fedro, la platija’ platónica, el elefante monógamo y la abeja gregaria me permiten proponer una deconstrucción del ideal ascético.

Por otro lado, para la construcción de un materialismo hedonista, propone:

  1. interpretar el deseo como flujo que se expande; secularizar la carne, desacralizar el cuerpo, entender el alma como modalidad de la materia;
  2. un nuevo epicureísmo: abierto, lúdico, gozoso, dinámico y poético (extraído del viejo epicureísmo: austero, cerrado, ascético, estático y autobiográfico);
  3. establecer las modalidades del libertinaje solar y del eros ligero;
  4. la metafísica del instante presente y del propio goce de existir; el nomadismo de solteros;
  5. el contrato pragmático;
  6. el igualitarismo entre los sexos y el feminismo libertario;
  7. la esterilidad y la hospitalidad;
  8. finalmente, todo lo que conduzca a una “estética pagana de existir”.
El pez masturbador cínico, el cerdo epicúreo y el erizo soltero me autorizan a descritianizar la moral desde la perspectiva de una formulación de un materialismo hedonista.

Disfruto de este tipo de obras que recopilan lo que ya se ha dicho sobre un tema que aún se sigue analizando y para el cual en la actualidad podemos encontrar infinidad de talleres que tienen mucho del ideal ascetico, y que recopilan mucho de lo que ya fue dicho no hace años sino desde la antigüedad:

A mi modo de ver, los pensadores griegos y latinos pertenecen más a los lectores que les piden ayuda para su vida cotidiana que a los forenses que los confiscan para realizar sus lecciones universitarias de anatomía en la atmósfera confinada de las cátedras de la corporación.

¿Es posible una teoría del cuerpo enamorado? ¿Es posible y deseable la construcción de un cuerpo enamorado libertario

¿Es posible enamorarse por fuera del ideal ascético? 



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